
BITÁCORA DEL ARTESANO
LUIS FERNEY MEJÍA



Fui el primer artesano que empezó a promover emprendimientos con los trabajos artesanales de nuestra etnia, intenté hacer de nuestro oficio algo más organizado, por así decirlo, y desde entonces además de ser líder comunitario, también lo soy líder artesanal y espiritual.
Vivo junto con mi esposa y mis dos hijas, todos en mi casa somos artesanos, mi esposa es reconocida en nuestra comunidad por ser una de las mejores en el oficio artesanal. Como padres estamos convencidos de que no debemos dejar perder la tradición de nuestra cultura.


Aunque no todas las simbologías que usamos tienen alguna historia o explicación, sí tenemos varias simbologías heredadas de nuestros ancestros que cuentan la historia de animales que se convertían en humanos, que, aunque no creamos en ellas, se aplican al oficio por costumbre y tradición.
Siento mucho gozo, sinceramente, porque hoy en día, por ejemplo, mucha gente no sabe qué hacer o de pronto no tienen un trabajo; y nosotros tenemos ambas cosas: el conocimiento y personas interesadas por nuestro trabajo. De alguna forma hacer las canastas me recuerda que lo que hago es gracias a que dios lo ha permitido, de él proviene el don, y yo soy su instrumento para tejer, al final de cuentas uno nunca sabe si lo que hace es un regalo que un esposo da a su esposa y que el regalo sirve de medio para unir la familia.



Después de cortadas y cosechadas, se humedecen, se ponen a secar, se seleccionan y se tiñen, luego se pasa a la fase de diseño donde se mira qué simbología se usará, al igual que el tipo de pieza a hacer, en realidad la cestería es un trabajo de muchos pasos. Su valor hace parte de entender que nuestra etnia, nuestra cultura y tradiciones permanecen vivas aun después de tanto tiempo en esos cestos. Por eso mismo es que son de excelente calidad, porque en su calidad está plasmada nuestra cultura.

